sábado, 23 de febrero de 2008

Traducciones

Bueno, ya es hora de que diga algo sobre mis traducciones.
No he podido seguir traduciendo el programa de Reina. Hay varias razones, pero la principal es que aún no estoy en condiciones de traducir algo así. Reina habla en un dialecto especial, el dialecto de Fukuoka, y lo habla tan bien, que confunde. Son muchas las reglas del dialecto de Fukuoka, y creo que he sido el primero en adentrarme consciente (y metódicamente) a su estudio, desde el punto de vista de un hispanohablante.
En general, llegué a la conclusión de que mi dominio del japonés en general es muy débil. Ya sé leer hiragana, así como leer y escribir kanjis, pero aún sabiendo escribir correctamente existe la barrera del idioma. El idioma en sí, es difícil, y se presta a muchísimas interpretaciones: he discutido algunos puntos con entendidos en el idioma, y a habido veces en que todos me han dado explicaciones muy distintas sobre un mismo tema. Esta dificultad (poco acceso a información clave) hace del aprendizaje del japonés un desafío. Peor si se trata de los japoneses, especialmente famosos por su exigente o por qué no, asfixiante nivel de cortesía.
Yo quisiera seguir traduciendo más de este programa de radio, pero hasta que consiga un nivel de competencia en el idioma, un nivel de educación superior, será mejor que me limite a hacer reseñas. Realmente las cosas que hago me gusta hacerlas bien, y caso de no poder hacerlas bien prefiero no hacerlas.

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